martes, 26 de febrero de 2019

Madrid-París 1903

Plano de las tribunas en la meta de Madrid

Desde los comienzos de la era del automóvil, la naturaleza humana tubo la  necesidad de buscar los límites a tan genial invento, Esto se plasmó en contínuos desafíos deportivos de velocidad y/o resistencia. Eran frecuentes las carreras entre ciudades: la más larga, la más dura, la mas rápida... Por aquellas fechas, las competiciones automovilísticas copiaban el formato ciclista de etapas entre dos grandes ciudades y en carretera abierta, con varias etapas
El 24 de mayo de 1903 comienza una carrera entre París y Madrid que marcó un punto de inflexión en el deporte del automóvil. A partir de entonces, las pruebas de velocidad cambiaron paulativamente a circuitos formados por algunas carreteras, donde todo era mucho más fácil de controlar y se podían cerrar al tráfico.
Para esta gran prueba tomaron parte 224 vehículos, 54 de ellos motocicletas, sobre 315 inscritos. Entre los participantes, nombres famosos del automovilismo: Marcel y Louis Renault, fundadores de la marca; Charles S. Rolls, que más tarde fundaría Rolls Royce; Williams K. Vanderbilt, de la saga de millonarios de New York; Vicenzo Lancia, antes de fundar su marca; el Conde Camille Jenatzy, el primer hombre que superó los 100 km/h; o Henri Rougier, que años después será el primer ganador del Rally Montecarlo.  

Accidente durante el Paris-Madrid

Las desgracias y los accidentes se dieron cita desde la misma salida. Apenas a 60 km de París una mujer murió atropellada. Después fallecieron varios participantes debido al vuelco de sus vehículos o a choques contra árboles. Marcel Renault sufrió un mortal accidente a pocos kilómetros de Poitiers y falleció dos días después sin haber recuperado la consciencia. Al llegar a Burdeos se supo que al menos ocho personas, cinco conductores y tres espectadores, habían fallecido, además de numerosos heridos por causas diversas. Un cóctel de circunstáncias desencadenaron los hechos: el polvo las carreteras, que eran mayoritariamente de tierra, impedía la visibilidad cuando se adelantaba a otro coche, las velocidades elevadas (algunos coches alcanzaron los 140 km/h), la falta de pericia de algunos participantes y el público que en muchas ocasiones invadía las calzadas para ver más de cerca a los temerarios héroes del volante.  Émile Combes, primer ministro francés, dio la orden de detener la carrera en Burdeos, a pesar de S.M. Alfonso XIII, rey de España, que había sido un ferviente promotor de la prueba. Incluso ordenó que los coches volvieran a París tirados por caballos.  El ganador oficial fue Fernand Gabriel, sobre un Mors Z, que cubrió los 552 km entre París y Burdeos en 5h.14'31", a más de 105 km/h de media. Superó en 15' a Louis Renault, que no sabía nada del accidente de su hermano.

La tumba de Louis Renault