domingo, 26 de febrero de 2017

El cinturón de seguridad


Posiblemente sea el invento que más vidas haya salvado en el mundo del automóvil. Hoy resulta impensable su ausencia y es un gesto casi reflejo a la hora de disponerse a conducir. Pero no siempre fue así... 
Los primeros indicios de su existencia lo encontramos en 1885, instalados en carruajes de caballos para evitar caídas de los ocupantes. De igual manera se aplicó en algunos de los primeros automóviles, De igual manera, en aviones, sujetando a los pasajeros durante el despegue y el aterrizaje. No fue hasta 1948 que un visionario al margen de la industria automovilística, Preston Tucker, que podía instala en su revolucionario Torpedo. Al año siguiente, Nash y Ford inclueron esa posibilidad. En 1957, Saab fue el primer fabricante que ya los instaló de serie. Dos años más tarde, Nils Bohlin,  un ingeniero sueco en nómina de Volvo, patentó un diseño de tres puntos de anclaje tal como lo conocemos hoy en día. Pero aún queda el que posiblemente fuera el mayor gesto altruista de la industria del automóvil. Consciente de su transcendencia, Volvo, aún siendo propietaria de la patente, liberó gratuitamente su uso, lo que dio pie a su rápida evolución.
En España son obligatorios en carretera desde 1974 y en ciudad, desde 1992.