miércoles, 10 de agosto de 2016

Citroen osecha del '55



Hoy hace ya la friolera de 60 años que Citroën presentó en el 49º Salón del Automovil de París su, a la postre, famoso y exitoso DS. Tras 18 años de desarrollo en secreto, la apariencia del coche y su ingeniería revolucionaria, captaron la atención del público y de la industria automovilística. Como dato para la historia, en los primeros 15 minutos de la presentación, se hicieron 743 pedidos, y al finalizar el primer día ya llegaban a los 12.000. En Argentina sapo, en España tiburón, en Francia la diosa (déesse y ds suenan parecido en francés). Finalmente llegó a vender 1,5 millones unidades en sus 20 años de existencia.
El 22 de agosto de 1962, varios hombres armados disparan con metralletas más de 200 balas al paso del Citroën DS del presidente Charles De Gaulle y su esposa. Catorce de ellas perforan su carrocería sin blindaje y revientan sus neumáticos. Ambos y el conductor salen ilesos gracias a la pericia de este último y a la increíble maniobrabilidad del Citroën con suspensión hidroneumática, que pudo huír a toda velocidad aún con los neumáticos destrozados.
Diseñado por el italiano Flaminio Bertoni (no confundir con Nuccio Bertone, otro grande), el DS es popularmente conocido por su diseño futurista, su tecnología innovadora y por su afamada suspensión hidroneumática con corrector automático de altura. Consiguió avances en estándares automovilísticos tales como la comodidad de conducción, la seguridad y el frenado. Como consecuencia, ha sido galardonado con incontables premios técnicos y de estilo. Ganador del Rally de Montecarlo  dos veces. Sin embargo estuvo lastrado por su alto precio para una Europa que salía aún de la crisis originada por la 2ª Guerra Mundial y por una inframotorización heredada del modelo anterior, Traction.
Fue nombrado el coche más bello de todos los tiempos por la revista Classic & Sports Car tras una encuesta realizada a 20 diseñadores de coches de renombre, entre los que se encontraban Giorgetto Giugiaro, Ian Callum, Roy Axe, Paul Bracq, y Leonardo Fioravanti.
No en vano, fue el coche elegido por Fantomas, el supervillano de los años 60, para cometer sus fechorías...