Konrad Hermann Joseph Adenauer, Primer Canciller alemán de la antigua República Federal Alemana después de la Segunda Guerra Mundial. Uno de los Padres de Europa. Gran estadista y máximo impulsor de la nueva Alemania, la hizo resurgir obrando el milagro alemán, convirtiéndola en una potencia política y económica.
La bonanza económica durante su largo mandato propició que la marca de coches de lujo Mercedes Benz, se decidiera a desarrollar un modelo de grandes dimensiones para magnates, jefes de estado y realeza. El resultado fue el Mercedes 300. Con él, la marca volvió a ser líder del segmento. El hecho de que Konrad Adenauer utilizara, al menos, seis diferentes Mercedes 300 como vehículo de representación, hizo que se asimilara su nombre al del coche.
El nuevo modelo se presentó a finales de 1951. Se basó en las grandes berlinas de preguerra producidas en la casa, convenientemente adaptadas. El motor, en cambio, era de nueva factura. Un seis cilindros de tres litros y dos carburadores que lanzaba las casi dos toneladas a los, impresionantes para la época, 160km/h. Posteriores versiones, se aumentó la potencia con la inyección de gasolina, a la par que la seguridad y el equipamiento aumentaban.
El nuevo modelo se presentó a finales de 1951. Se basó en las grandes berlinas de preguerra producidas en la casa, convenientemente adaptadas. El motor, en cambio, era de nueva factura. Un seis cilindros de tres litros y dos carburadores que lanzaba las casi dos toneladas a los, impresionantes para la época, 160km/h. Posteriores versiones, se aumentó la potencia con la inyección de gasolina, a la par que la seguridad y el equipamiento aumentaban.
En Melilla tenemos el privilegio de poder ver circular por nuestras calles una de las unidades que pertenecieron al gobierno alemán. Propiedad de D. Ramón Bugallo, socio de EdML, se encuentra en perfecto estado de conservación y cuenta con la particularidad de tener una luna de separación entre la zona delantera del chofer y la trasera de pasajeros, al abrigo de escuchas indiscretas. No os lo perdáis: todo un lujo de reyes...
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