El primero en Melilla

El 06 de agosto de 1909,   Melilla abraza y da la bienvenida al automovilismo cuando desembarca el  primer vehículo a motor de explosión interna que circuló por nuestras calles. Fue un camión de gasolina de la marca S.A.G, perteneciente al ejército, a los que se sumaron posteriormente otros para el mismo cometido.

Este mismo año, llega el primer turismo a Melilla. Un Peugeot descapotable de 9hp y volante a la derecha con matrícula MA-25. Propiedad del malagueño  D. Amaro Duarte Moreno, que se alistó como voluntario, pasando ambos a prestar servicio en la Comandancia de Ingenieros haciendo funciones de mensajería.

En 1914, debido al aumento de vehículos particulares, la Junta de Arbitrios dispuso que los vehículos civiles circularan portando una matrícula con un "M" como distintivo provincial, seguido del número de registro. Un desacierto, ya que el Gobierno Civil de Madrid venía usando la misma letra desde 1907 también como distintivo.

Subsanado el error, el 12 de abril de 1917 se concede la natricula ML-1. Correspondió a un Jeffery con carrocería torpedo doble faetón (sin techo y con dos filas de asientos). Su propietario fue D. Juan Muñoz Orozco, otro importante empresario  malagueño, por entonces secretario de la Junta de Arbitrios, organismo precursor del Ayuntamiento de Melilla.

Thomas B. Jeffery fue un fabricante de automóviles americano entre 1902 y 1916. Gran inventor y emprendedor industrial, vendió su fábrica de bicibletas para financiar la de automóviles. Comenzó la producción bajo la marca de motores Rambler. Al fallecer en 1910, sus hijos tomaron las riendas del la empresa. En 1915 cambian el nombre en honor a su padre pasando a llamarse Jeffery. En 1916, venden la empresa a Charles W. Nash, volviendo a la fabricación de bicicletas. En 1917, el nuevo propietario cambia de nuevo el nombre de la marca, pasando a denominarse Nash. Tanto Rambler como Nash fueron germen del grupo American Motors Company - Chyrsler.
Arriba a la derecha un cartel publicitario de Jeffery de 1916, en el último año de producción bajo la marca de su creador.
Debajo, a falta de una imagen del original, aspecto de un modelo de la época.