Desde este verano, la Policía Local de Melilla cuenta entre su parque móvil, con dos patinetes elétricos. Con un coste algo superior a los 8.000€, se usarán para patrullar por zonas peatonales. Se trata de dos vehículos ligeros, accionados por un motor eléctrico. Un aparato ya usado para la vigilancia privada y en espacios públicos como aeropuertos y parques de grandes ciudades. Se cambia la vigilancia tradicional a pie por una asistencia rápida a lo largo de zonas como el Paseo Marítimo o la Plaza de San Lorenzo. Con ello, las patrullas serán ahora más cómodas y efectivas a la vez que menos tediosas.
No son vehículos clásicos pero se han hecho un hueco entre los aficionados a los trastos con ruedas. De momento no es necesario permiso especial, sólo un periodo de adaptación para manejarlos con un mínimo de habilidad.